Limitadores de velocidad para conducir más seguros

DGT lanza Información sobre el correcto uso y ventajas del limitador de velocidad en cuanto a seguridad y ahorro.

El limitador de velocidad impide superar la velocidad programada por el conductor, salvo que se presione con fuerza el acelerador. Está disponible incluso en los coches más pequeños y lo incorporan de serie los Renault “Clio” y “Megane”, los Opel “Astra” y los Citroën “C4”. Resulta también útil para evitar multas. El precio del regulador/limitador oscila entre 170 y 200 €.



Ya ruedan los primeros coches dotados con sistemas inteligentes, capaces de ‘leer’ las señales de limitación de velocidad. Se unen a otros dispositivos más generalizados que limitan o mantienen una velocidad programada o que, incluso, frenan ante un obstáculo.

Un gran potencial de reducción de accidentes

Bajo la denominación de limitadores de velocidad se suele englobar a diferentes sistemas. Los más antiguos limitan la velocidad máxima en camiones y autocares y son claramente beneficiosos para la seguridad.

Posteriormente, surgieron los controles de velocidad de crucero, capaces de mantener la marcha programada hasta que se acciona el freno o el acelerador. Son, por tanto, sistemas de confort, no propiamente de seguridad; y si bien pueden reducir la fatiga, su uso no es recomendable fuera de autopistas o autovías con tráfico muy fluido.

En cambio, el control de velocidad de crucero adaptativo sí reduce de forma progresiva la marcha del vehículo si se acerca en exceso a otro que le precede. Probablemente aportan alguna seguridad adicional, pendiente de ser verificada experimentalmente, pero siempre y cuando el usuario no se relaje en exceso.

Y, por último, todavía en fase experimental, están los denominados ISA –Intelligent Speed Adaptation–, que funcionan bien por visión artificial de las señales u otros sistemas de control (GPS, radiobalizas...). Estos sí tienen, un enorme potencial en la reducción de accidentes por velocidad inadecuada.